Arquitectos
Babelstudio & BONADONA Arquitectura: Andrea Emmanuel Laredo, Andrea García Crespo y Marçal Bonadona Berdala
Fotografías
Biderbostphoto
Fin de obra
2021
Fabricante
Situado en una ladera entre el parque natural de Urkiola y la reserva de la biosfera de Urdaibai, el solar del proyecto se encuentra ligeramente apartado de un conjunto de caseríos históricos del Barrio Aldana, un núcleo de edificios catalogados. La reconstrucción del antiguo Caserío Azkarraga da cabida a tres usos diferentes, aunque interrelacionados, en una parcela que anteriormente estaba ocupada por una casa de piedra de dos plantas. El edificio original, de mediados del siglo XIX, y su ampliación más reciente, de una sola planta, se encontraban en ruinas y sólo se pudieron conservar los muros de mampostería perimetrales, de hasta un metro de profundidad. La estructura del tejado, así como los elementos estructurales internos, estaban derrumbados debido a que el edificio estuvo abandonado durante mucho tiempo.
Las limitaciones normativas obligaron a mantener la huella original del edificio, incluido el volumen anexo, pero permitieron modificaciones sustanciales en la altura del edificio, las aberturas de la fachada y la selección de materiales.
Al tratarse de un edificio en ruinas y tener cierta libertad en cuanto al diseño y los materiales, el proyecto de «reconstrucción» presentaba la oportunidad de restaurar la tipología tradicional del lugar eliminando todos los elementos arquitectónicos conflictivos. El diseño del proyecto se presenta como una arquitectura contemporánea y minimalista que se integra en los aspectos formales y volumétricos de su contexto arquitectónico.
Debido al mal estado de los muros de piedra perimetrales a la altura del segundo piso, se decidió eliminar esta parte del edificio y organizar las necesidades espaciales predominantemente en un solo nivel, ocupado por la unidad residencial y el restaurante. Únicamente el agroturismo se distribuye en un segundo nivel.
El nuevo proyecto, al igual que el edificio original, utiliza los muros perimetrales de las fachadas como elemento estructural. Minimizando los nuevos elementos estructurales, se introduce un único muro de hormigón en el centro de la planta baja, que contiene el vaso de la piscina interior. Además de su función estructural, el elemento del muro central organiza el amplio programa de la planta baja, separando los usos de la unidad residencial a los del restaurante, mientras que da acceso al agroturismo en la segunda planta.
La sencillez constructiva del edificio existente sirvió de referencia para las soluciones constructivas proyectadas. El muro exterior consiste en una fachada ventilada de madera de pino tintado en negro que envuelven los muros de piedra originales. Las huellas de uso en la madera tintada y no tratada son deseadas y conservarán la elegancia y la belleza del edificio. Los nichos de entrada se revisten en paneles de madera de pino de tono natural para contrastar con la fachada negra. La cubierta, con estructura de madera, se reviste de teja cerámica plana en tono rojizo.
La arquitectura del Caserío Azkarraga está concebida con un diseño de superficies uniforme y una selección de materiales para crear un aspecto tranquilo, elegante y escultural.